“En presencia del lecho de nuestra Bertha, nuestra mamá, nuestra hija, nuestra guía”

Sus hijas Olivia, Bertha y Laura, su hijo Salvador, su madre Austra Bertha acompañados de nuestros familiares y amigas y amigos, queremos hacer de conocimiento público nuestros pensamientos en este momento de profunda consternación.

Nuestra Bertha es la mayor de nuestras inspiraciones, por ello sentimos la necesidad de hacer escuchar la verdad acerca de su vida y de su lucha. Acerca de estas circunstancias queremos primero agradecer a toda la solidaridad nacional e internacional que nos acompaña. Agradecemos el apoyo de su pueblo Lenca, al cual dedicó las mayores de sus resistencias. Al pueblo garífuna con quien se hermanaron las luchas y las utopías. A todas las organizaciones y movimientos sociales de Honduras, América Latina y el mundo que han hecho nuestro dolor suyo. Agradecemos todas las inmensas muestras de cariño y condolencia que el pueblo hondureño ha ofrecido, que dan muestra que su lucha es la lucha digna de los pueblos y la que el mundo necesita.

No se puede distorsionar la verdad acerca del crimen que terminó con su vida. Sabemos con certera claridad que los motivos de su vil asesinato fueron su resistencia y lucha en contra de la explotación de los bienes comunes de la naturaleza y en defensa del pueblo Lenca. Su asesinato es un intento de acabar con la lucha del pueblo Lenca en contra de toda forma de explotación y despojo. Un intento por cortar la construcción de un nuevo mundo.

Las circunstancias de su muerte se dan en medio de la lucha en contra de la instalación del proyecto hidroeléctrico Agua Zarca en el río Gualcarque por parte del pueblo Lenca. Pedimos que se esclarezcan las responsabilidades de la Empresa DESA que desarrolla el proyecto. Responsabilizamos a la empresa DESA, así mismo a los organismos financieros internacionales que respaldan el proyecto, Banco Holandés FMO, Finn Fund, BCIE, Ficohsa, y las empresas comprometidas CASTOR, Grupo empresarial ATALA, de la persecución, la criminalización, la estigmatización, las constantes amenazas de muerte en contra de su persona y de la nuestra y al COPINH.

Responsabilizamos al Estado hondureño de haber obstaculizado en gran medida la protección de nuestra Bertha, y haber propiciado la persecución, criminalización y asesinato. Al haber optado por proteger los intereses de la empresa por encima de las decisiones y mandatos de las comunidades. ¿Cómo es posible que las instituciones de la policía, el ejército, el ministerio de seguridad que protegen los intereses y las instalaciones de la empresa DESA sean supuestamente los mismos que pretendían garantizar la protección y seguridad a nuestra Bertha? ¿Cómo es posible que la policía, el ejército y el Estado hondureño que debían proteger su integridad, sean los mismos que la amenazaron de muerte, hostigaron y persiguieron?

Los responsables de su asesinato son los grupos empresariales en contubernio con el gobierno nacional, los gobiernos municipales y las instituciones represoras del Estado, que están detrás de los proyectos extractivos que se desarrollan en la región. Los financiadores de estos proyectos extractivistas de muerte también son responsables de la muerte de nuestra Bertha y de tantas personas que luchan en contra de la explotación de los territorios, puesto que con su dinero hacen posible la imposición de los intereses económicos por sobre los derechos ancestrales de los pueblos.

No vamos a permitir que su imagen se convierta en un logo vacío, a nuestra Bertha se le reivindica en la lucha permanente y enérgica por la defensa de la vida, los territorios y en contra de este sistema de explotación y saqueo.

Exigimos que se configure una comisión internacional imparcial para la investigación de este crimen, entre la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, organismos internacionales de Derechos Humanos y los estamentos gubernamentales pertinentes, puesto la demostrada falta de objetividad por las investigaciones que se han iniciado en el país.

Queremos que se respete la integridad de su figura de resistencia. Ella es una eterna luchadora en contra del racismo, del patriarcado y el sistema capitalista opresor y asesino. Su lucha está atravesada por un fuerte antiimperialismo, corroborado constantemente en sus prácticas internacionales y su total rechazo al golpe de Estado financiado y apoyado por los Estados Unidos, que fue el inicio de la entrega del territorio nacional a las empresas transnacionales en detrimento de los derechos del pueblo Lenca y de la población hondureña.

Exigimos de manera inmediata y definitiva que se cancele la concesión de DESA sobre el Río Gualcarque y que corra libre el río Gualcarque. Si el gobierno realmente quiere hacer justicia exigimos que se cancelen todas las concesiones mineras, de represas, de bosques y todos aquellos proyectos que atentan contra la soberanía nacional.

Demandamos el respeto y garantías a la integridad física, jurídica y emocional de nuestra familia, de las comunidades, en especial de Río Blanco y de todas las personas organizadas dentro del COPINH.

Su lucha no era solo por el medio ambiente sino por el cambio de sistema, en contra del capitalismo, del racismo y el patriarcado.

No solo asesinaron a nuestra madre, asesinaron a la madre de todo un pueblo. Hacemos un llamamiento para que se arrecie la movilización, la denuncia y las muestras de solidaridad exigiendo una verdadera justicia.

“¡Despertemos, despertemos humanidad!, ya no hay tiempo nuestras conciencias serán sacudidas por el hecho de solo estar contemplando la autodestrucción, basada en la depredación capitalista, racista y patriarcal”

¡¡Bertha Vive!!

Dado en La Esperanza, Intibucá a los 5 días del mes de marzo del 2016

* http://copinh.org/

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