Por Nayda Acevedo Medrano | Ciudadana.

Yoani Sánchez, filóloga y periodista por la Universidad de La Habana, ha estado en San Salvador invitada por la Cámara de Comercio e Industria de este país.

Yoani y yo tenemos algunas cosas en común: ella nació en 1975, muy cerca del año en el que nací, eso nos hace tener un marco de referencia de comparación muy estrecho pues ambas crecimos en Cuba, vivimos la misma experiencia de vida en Cuba, es decir: ambas conocemos de lo que hablamos.

Lo cierto es que las dos tuvimos acceso a educación universal de calidad desde la primera infancia, pasando por primaria, secundaria, pre universitario, Universidad y siguientes, y claro, su bagaje educativo se lo debe, como yo, a esa educación de alto rendimiento... y gratuita.

Por su parte, Yoani se ve muy bien de salud. Gran parte de lo que somos se debe a esa atención médica efectiva que desde el proceso prenatal hasta la tercera edad se vive en la isla, como la educación, de manera gratuita y sumando que es personalizada. Pero claro, hablar sobre estas virtudes del sistema no es parte del guion del discurso.

Yoani debe recordar, porque justamente es parte de mis recuerdos recurrentes de niñez, lo hermosamente cuidada que es esa etapa en Cuba. Mecanismos de recreación, procesos lúdicos de aprendizaje, por ejemplo, el palacio de los pioneros, la exquisita agenda cultural a la que se expone de manera permanente la niñez en Cuba, la equidad, la solidaridad entre los pares en edad, pero también esa comunidad que cuida de sus niños y niñas. No creo, Yoani, que no recuerdes todas esas bondades, siendo que todo tu proceso formativo lo hiciste en Cuba.

Además de ello, te recuerdo Yoani lo hermoso que era ir al Parque Lenin con esa sensación de saber que no te podía pasar nada malo, sino qué al contrario, se te llena la cabeza de recuerdos mágicos de esa niñez que en nuestros países es muy lejana.

Igual traigo a colación, Yoani, ese período de escasez compartida. Esa que de acuerdo con los estándares del mundo consumista se ve como pobreza y pues comentarte que puede qué si existan carencias, pero nunca miseria humana, aunque tu visión parcializada de las cosas hacen alusión a ella.

Quiero comentarte, Yoani, que puede que pasees el mundo intentando emitir un discurso coherente con quienes te ciñen a un guion y me da mucho pesar. Por eso no arremeto contra ti, porque sé que debe ser muy duro renunciar a quién eres por el afán de cubrir necesidades creadas. Siendo ciudadana, que es como te gusta que te llamen o te vean, me queda faltando inmensamente tu derecho a la autodeterminación

¿No te acuerdas, Yoani, de las tiras cómicas como la de Elpido Valdés? qué maravilla saberte un ser humano con dignidad. Creo que cada vez te distancias más de ello y da mucho pesar.

"No vivo en una sociedad perfecta", dijo el trovador con toda la razón del mundo, pero Yoani, una cosa si te puedo aseverar: esa sociedad se faja todos los días por mantener un humanismo que en el mundo entero te costará mucho encontrar.

Parafraseando al gran maestro de Cuba, que es ya universal: he vivido en el caimán y conozco su corazón. No creas que todas las personas que te escuchan logran hacer suyo ese discurso tan descolocado de la realidad. De hecho, si tienes calidad en tu redacción y ortografía, se lo debes a un sistema preocupado porque tuvieras no solo la forma en la que te expresas, sino que tu nivel de criticidad fuera superior al que hoy ofrece el mundo.

A ti y a quienes hicieron posible tu estadía calumniosa, les digo: conmigo no cuenten para hablar mal de Cuba.

Fuente: https://www.facebook.com/Ucelotcihua/posts/10156779570268619?__tn__=K-R.

 

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