Por Leonel H. Rivas | Abriendo Brecha

Nadie cuestiona el daño que hace al país el saco roto de la corrupción, pero las malas voluntades son igual de perversas que la corrupción y la violencia que sufre el país.

El dinero ajusta cuando no se malgasta, no se acapara y no se roba. Es más, si las finanzas públicas son bien administradas y se invierten en buenas obras para la gente, todos ganamos, el país gana y nadie debería oponerse a eso.

Pero la perversidad en muchos no tiene límite, negarle a los demás lo que por derecho y no por caridad les corresponde, es una conducta ruina y mezquina, peor a su propia gente.

Lo que Arena ha hecho es exactamente eso, al negar en tres ocasiones sus votos para un pequeño crédito de 30 millones de dólares, qué si lo vemos en proporción a las necesidades del país y particularmente de la zona rural, sólo es una casi insignificante cantidad de dinero que contribuiría apalear parte de alguno de muchos problemas que estas poblaciones tienen.

Sin embargo, los diputados de derecha dejaron perder este “crédito blando”, el cual incluía una donación de más de 5 millones de dólares, con la única intención de afectar al gobierno y al FMLN, pues en su lógica, cuantas menos obras se realicen para la gente, más descontento.

Con estos fondos se habrían realizado ya 15 proyectos de mejoras de caminos rurales, en 22 municipios de los departamentos de Cabañas, Morazán, Chalatenango, Usulután, Santa Ana, San Miguel y La Paz, en su mayoría de gran impacto en la zona rural del país.

Las infraestructuras viales construidas en la capital con los dos últimos gobiernos, tiene un costo que sobrepasa en grande este pequeño crédito, pero creo que de eso no se queja ninguno de los diputados de derecha que por ahí transitan; entonces hay que hacer un cambio de timón, dejar de invertir en las colonias de ricos y clase media, y destinar los fondos para la periferia del gran San Salvador y la zona rural del país.

Se necesitarían muchos millones más para resolver los problemas, y es increíble cómo diputados como Carlos Reyes, originario del Cantón Paratao del municipio de Victoria, Cabañas, sabe que hay comunidades sin acceso, y aun así vote en contra de estos recursos.

Hace unos meses, pobladores recolectaron firmas y junto al Ministro de Obras Públicas, en nombre del Estado salvadoreño solicitaron al Reino de España y a la Unión Europea, una cuarta prórroga al plazo para ratificar el crédito por $30 millones, del Fondo para la Promoción del Desarrollo (FONPRODE), dedicado al Programa de Caminos Rurales Progresivos; que le han concedido para 12 meses, del 5 de mayo de 2017 al 11 de mayo de 2018.

El tema vuelve a quedar en manos de los parlamentarios de derecha, y ahora en lugar de 15 son 16 obras, el ministro Gerson Martínez incluyó el tramo de calle del desvío El Zapote al puente de Integración de El Salvador con Honduras, en Victoria, Cabañas.

El pueblo tiene que ser vigilante y pasar factura, el funcionario que no vive para servir, que renuncie y que deje hacer, con eso hace mucho.

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