Redación Abriendo Brecha

“Bichos ¡No están solos!” fue la expresión a viva voz de familiares y pobladores de la comunidad Santa Marta, cuando los jóvenes Manuel de Jesús y José Antonio eran nuevamente trasladados a las bartolinas de Sensuntepeque en calidad de “depósito”, aunque la jueza dio sobreseimiento de forma provisional a los jóvenes con lo cual quedaban en libertad, al no encontrar sustento en los alegatos presentados por la Fiscalía para enviarlos a Sentencia; quien apeló de inmediato el fallo, por lo cual, el caso, pasó a la Cámara de la Segunda Sección del Centro de Cojutepeque.

La Audiencia Preliminar se realizó el pasado jueves 8 de junio en el Juzgado de Primera Instancia de Sensuntepeque, luego de ser suspendida tres veces, porque los jóvenes no eran presentados ante la jueza por la Unidad Antipandillas y la Fiscalía.

La resolución de la jueza “fue un sobreseimiento de carácter provisional, porque no fueron probados los hechos de los que se les acusa, pero los jóvenes no fueron puestos en libertad porque fiscalía se pronunció con recurso de apelación y se esperará el término que tenga la cámara para resolver”, aseguró la defensa.

Los jóvenes fueron ingresados al juzgado pasada las 10:00 de la mañana, esposados, con ropa blanca y descalzos. La prueba de reconocimiento que estaba programada para las 9:00 AM no se realizó por sexta ocasión, porque la Fiscalía no presentó a la hora indicada al “testigo”.

Ahora la Fiscalía tiene 5 días para presentar el recurso de apelación ante la Cámara y luego ambas partes quedan a la espera del fallo que podría tardar, días, un mes o más tiempo.

Los jóvenes son acusados por la Fiscalía del delito de “coautoría” de “homicidio agravado”, pero “no hay prueba que vincule a los jóvenes con el caso, esa vinculación no la pudo probar Fiscalía” en la audiencia, aseguraron familiares. Quienes también dijeron que “nadie niega que ese día 25 de noviembre de 2016 existió el homicidio, eso nadie lo niega, pero que ellos tengan que ver con eso, eso no lo pudo probar Fiscalía”, reafirmaron.

Manuel y Antonio fueron detenidos la madrugada del 25 de noviembre del año pasado en las afueras del hospital de Sensuntepeque, cuando auxiliaban a una persona herida, quien falleció camino al nosocomio. El 30 de noviembre la jueza de paz de Victoria dejó libre al joven Antonio con medidas sustitutiva por el delito de portación ilegal de arma y Manuel de Jesús, sobreseído del delito de resistencia a la autoridad. Pero los jóvenes fueron capturados por la Unidad Antipandillas, en las afueras del Juzgado de Paz de Victoria y desde entonces han transcurrido 6 meses, en los que se les imputa este nuevo delito.

El abogado Ricardo Antonio Rivas Idiáquez, a quien la Fiscalía y Unidad Antipandillas hicieron parte como defensor de forma “fraudulenta”, según lo denunciaron en su momento familiares y pobladores de la comunidad Santa Marta, “renunció el pasado 30 de mayo”.

Los pobladores en apoyo a los jóvenes permanecieron en las afueras del juzgado durante todo el día, con una manta que pedía “libertad para Manuel y Antonio”, quienes reafirmaron continuar hasta que se haga justicia.

 

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