Con una marcha que empezó en la colonia Las Vegas y concluyó en la Plaza Central con una Ceremonia Solemne a los mártires, la comunidad Santa Marta conmemoró este 18 de marzo 35 años de la huida y la masacre de marzo de 1981.

Cada una de las 6 estaciones del viacrucis representaban una etapa de la historia reciente de la comunidad: La vida de los campesinos antes de la guerra, la organización a través de las Comunida-des Eclesiales de Base, la guinda y la masacre, el exilio, el retorno y la repoblación, y la vida actual y su visión de futuro; narradas por sobrevivientes y acompañadas por jóvenes, niñas y niños con vestimenta campesina, ofrendas, cantos, poemas, danza y dramatizaciones.

Al recorrido también asistieron visitantes de Honduras que alzaban pancartas y coreaban consignas junto a los lugareños alusivas a la memoria historia y condenando el asesinato de Berta Cáceres y la falta de justicia en todos estos casos.

Un día antes pobladores de Santa Marta declararon durante la conferencia de prensa que realizaron en las instalaciones de FESPAD en San Salvador que “los sucesos del 15 al 18 de marzo de 1981 son otra evidencia de las muchas violaciones a los Derechos Humanos cometidas por el Estado Salvadoreño contra población civil” y exigen “al Estado Salvadoreño y a la Fiscalía General de la Republica investigue y esclarezca los hechos antes descritos a fin que se conozca la verdad… y se haga justicia por tan espantosos crímenes”, al igual que demandan “resarcimiento a las víctimas y que el Estado salvadoreño atienda con diligencia las carencias de estas poblaciones” desbastadas por la pasada guerra civil.

Los Cantones Santa Marta, Peña Blanca y sus alrededores fueron despoblados tras el operativo militar contrainsurgente Tierra Arrasada, que según lo documen-ta el Centro de Derechos Humanos de la Universidad de Washington (UWCHR) en su reporte de investigación de la ma-sacre del Río Lempa (VER: Suplemento Especial), notas de prensa de la época informaban “de un tiroteo en el munici-pio de Villa Victoria, Cabañas, que comenzó en la madrugada del 15 de marzo y en el que participaron el Segundo Des-tacamento Militar de Sensuntepeque, así como refuerzos provenientes de otros destacamentos –como el Batallón Atlacatl y la Guardia Nacional- y de la Fuerza Aérea”.

Los días 17 y 18 de marzo, después de dos días de intensos ataques aéreos y terrestres, miles de personas fueron obligados a cruzar el río Lempa buscando salvar sus vidas. Fue entonces que ocu-rrió lo peor de la masacre en el cruce del río Lempa en el lugar conocido como Piedras Coloradas. La población sobre-viviente se refugió en la aldea Los Hernández y posteriormente en La Virtud donde había un total de 7 mil 500 refugiados, antes de ser reubicados en Mesa Grande donde la cifra de refugiados alcanzó los 11 mil 500.

Comunicado de Prensa (San Salvador, 17 de marzo de 2016) >>

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