Por Leonel H. Rivas

Vivimos de Cuba a más de 1.456KM en línea recta y la gran mayoría jamás llegaremos a estar allí y conocer ese trozo de archipiélago en el mar

Aun así, sabemos no sólo que es la mayor de las islas del Caribe, parecida a un caimán. Sabemos que lleva 57 años resistiendo a todo tipo de tempestades con dignidad y determinación meridiana, que emprendió con éxito la primera revolución socialista en el continente que se mantiene firme y avanzando.
 
La noche del 10 de noviembre, el día del lanzamiento de la campaña: Ningún Huracán Puede con la Solidaridad de los Pueblos ¡Cuba No Está Sola! en un pequeño acto en la Plaza Central de Santa Marta, la compañera Esther Ávalos del Centro Martin Luther King hizo una comparación exacta de lo que significa para una familia que tuvo que ir a un refugio y al regresar no encuentra nada. “Quien mejor que la gente de Santa Marta para saberlo que es perderlo todo, para saber lo que es regresar al lugar donde vives y no encontrar absolutamente nada, eso le ha pasado hoy a la gente del oriente cubano”.
 
Puede que esta idea sintetice en forma cabal, la expresión natural y espontanea de sus pobladores de sensibilizarse cuando otros seres humanos lo necesitan en forma urgente.
 
Cuando los deslaves causados por la tormenta Ida en 2009 en las colinas del volcán de San Vicente, grupos de personas de Santa Marta comenzaron a promover la recolección de productos de primera necesidad, ir al lugar para preparar comida y repartir. Basta que alguien diga, hagamos esto, para que los demás, sabiendo que es justo y necesario se vayan sumando y acompañen la acción.
 
Nada extraño resulta que en esta oportunidad se promueva en esta comunidad de aproximadamente 3 mil habitantes la recolección de fondos, para apalear alguna que otra necesidad de familias cubanas que se quedaron sin vivienda y demás pertenencias.
 
El Comandante de la Revolución cubana dijo en una ocasión que “el internacionalismo es la esencia más hermosa del marxismo - leninismo y sus ideales de solidaridad y fraternidad entre los pueblos. Sin el internacionalismo la Revolución Cubana ni siquiera existiría”, a lo que yo puedo agregar, que Santa Marta tampoco y esto, pienso le hace sensible y solidaria.
 
Cuba ha sobrevivido a diferentes estragos naturales, sociales y económicos. Hoy se recupera de los escombros de Matthew y cada uno de nosotros puede en la medida de sus posibilidades hacer un aporte solidario a esta colecta que se enviará a Cuba a través de la embajada en El Salvador antes que cierre éste 10 de diciembre con el acto final en Santa Marta.

 

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