Al Pueblo y Gobierno de Cuba.
A la familia del Comandante eterno de la revolución cubana, Fidel Castro.
A la representación diplomática de la embajada de Cuba en El Salvador.
A la compañera Esther Ávalos del Centro Martin Luther King, quien nos apoya con la trascendente tarea de sistematizar nuestra experiencia de organización comunitaria.
A todos, expresamos nuestro mayor gesto de solidaridad fraterna en este momento de tristeza que nos embarga, pero que nos compromete a ser leales.

La noticia que comunicó al Mundo su hermano y compañero, el General de Ejército Raúl Castro Ruz nos golpeó a todos, cubanos y no cubanos, admiradores y seguidores de Fidel y la Revolución, estamos profundamente dolidos, porque no estábamos preparados para perderlo, pese a que eso signifique ir contra la naturaleza humana, sabiendo que “a todos nos llegará nuestro turno, pero quedarán las ideas de los comunistas cubanos como prueba” de su lealtad y determinación.

Santa Marta es una comunidad de 3 mil habitantes en la zona paracentral norte de El Salvador, a varios cientos de miles de millas de su país, con un pasado muy cercano al vuestro, que nos identifica con sus ideas, su lucha, el bloqueo sufrido y su resistencia admirable.

Con profunda gratitud agradecemos al Comandante, a la Revolución y al Pueblo de Cuba, toda su solidaridad con nuestro pueblo y con los pueblos del mundo. Cuba atendió en el pasado a nuestros compañeros lisiados de guerra y más reciente, por permitirnos graduar a varios jóvenes en varias disciplinas.
 
Con la Revolución y con Fidel, siempre estaremos infinitamente agradecidos por su ejemplo. Nuestro eterno “soldado de las ideas”, con su “chaleco moral” guiará a nuevas generaciones de luchadores por las grandes causas de éste Mundo.

No es Fidel quien ha muerto, es la humanidad quien ha perdido a un sabio consejero que tanta falta hará en estos tiempos complejos y peligrosos, por donde transita la especie humana.

Ha embarcado en un nuevo viaje el “guerrillero del tiempo” solvente y absuelto, sesenta años más tarde, luego que el yate Granma comenzó a navegar el 25 de noviembre de 1956 con 82 expedicionarios, marcando el inicio de la lucha guerrillera, que culminó con el triunfo de la Revolución cubana, el 1 de enero de 1959.
 
Descanse en paz Comandante

¡Hasta la Victoria Siempre!

Santa Marta, 30 de noviembre de 2016

 

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